martes, 24 de septiembre de 2019

ALTE NATIONALGALERIE.- BERLÍN



ALTE NATIONALGALERIE

   La Antigua Galería Nacional de Berlín (Alte Nationalgalerie), es uno de los cinco museos que podemos encontrar en la llamada Isla de los Museos, que se encuentra en la zona norte de la Spreeinsel, una isla que se encuentra en el río Spree, en el centro de la ciudad.
   Cuenta con una de las más importantes colecciones de obras de arte del período comprendido entre la Revolución Francesa y la Primera Guerra Mundial. El museo es patrimonio mundial de la UNESCO. 

   El Edificio, neoclásico, guarda el estilo de un antiguo templo por deseos del rey Federico Guillermo IV de Prusia, cuyas ideas influyeron notablemente en la arquitectura del Berlin del siglo XIX.

Estos son los separadores que me trajo Helena durante su estancia en la capital alemana.

1.- MONJE EN LA ORILLA DEL MAR (1808-1810)



   Caspar David Friedrich nació en Grefswald, Alemania en 1774. Está considerado el máximo representante del Romanticismo alemán. Se formó en la Academia de Copenhague, y posteriormente , fue profesor de la Academia de Dresde.

   Las obras de Friedrich reflejan la presencia humana empequeñecida, en contraste con grandes y extensos paisajes. El historiador Christopher John Murray mantiene que "dirige la mirada del espectador hacia su dimensión metafísica".

   Desde luego, un ejemplo claro de este efecto en el observador lo encontramos, precisamente, en su obra Monje en la orilla del mar. En este cuadro, el autor nos muestra la pequeñez del ser humano frente a la Naturaleza, frente al destino...

   Yo no conocía los trabajos de este artista, pero he podido descubrirlas cuando me documentaba para el blog y me han dejado maravillada.


2.- LA PEQUEÑA PRINCESA DEL BREZAL (1889).




   La pequeña princesa del brezal es una obra del pintor alemán Fritz Von Uhde.

   Sus primeras obras fueron de temática histórica enmarcadas en el realismo pictórico, con un marcado estilo academicista, que iría modificando con el paso del tiempo. Fue un gran admirador de los antiguos maestros holandeses, a los que estudió con ahínco.

   Entró en contacto con la corriente impresionista durante su estancia en París en 1879 y 1880. En este período estudió con Munkácsy, llegando a participar en las exposiciones de 1889 y 900. Pero, sin duda, el artista que más influyó en su obra sería Max Liebermann, cuyo estilo de pintura al aire libre, emularía durante el resto de su vida. Ambos están considerados como dos de los impresionistas alemanes más importantes.

   Las obras de Von Uhde recrean principalmente escenas de género y temas religiosos, principalmente representaciones de pasajes del Nuevo Testamento, pero desarrrolladas en un ambiente contemporáneo que no fueron bien acogidas en los círculos protestantes de la época.



3.- EL INTERIOR DE LA CASA DE LA PALMA (1832-1834)



   Carl Blechen es un artista relativamente poco conocido fuera de Alemania, y quizá es uno de los más subestimados en la historia de la pintura del siglo XIX. 
   Fue empleado de banca durante tres años, abandonando este trabajo en 1822 para estudiar en la Academia de Bellas Artes de Berlín. Consiguió la atención del gran arquitecto y pintor Friedrich Schinkel, quien le recomendó para trabajar en el Teatro Real en al Alexanderplatz en Berlín, como decorador.

   Blechen, sin embargo, tenía miras más elevadas y pronto comenzó a pintar cuadros de paisajes bajo la influencia de Johan Christian Dahl y Caspar David Friedrich, a quienes conoció en sus viajes a la Suiza sajona y Dresde. Ambos representan, respectivamente el realismo y el romanticismo en el arte alemán. Las obras de Blechen oscilarán siempre entre estos términos.

   Su estilo pictórico se vio influenciado siempre por sus viajes de estudio. Tras su estancia en Italia, sus obras se llenaron de color, con efectos luminosos y matices preimpresionistas.

   El marcapáginas recoge un detalle de su obra El interior de la casa de la palma en la isla del pavo real.  Esta pintura fue realizada por encargo de Federico Guillermo III, y nos muestra un establecimiento diseñado por Schinkel para conservar la colección de plantas exóticas que el rey había adquirido en París.


4.- EN EL CONSERVATORIO (1879)



   He dejado para el final este marcapáginas que muestra un detalle del cuadro del gran Edouard Manet: En el conservatorio.

   Manet nació en París en 1832 y se le reconoce como el precursor del impresionismo.

   Aunque se relacionó con Degas, Monet y Pisarro y frecuentaba el Café Guerbois, nunca participó en las exposiciones que éstos organizaban, a pesar de que el grupo emuló su novedosa técnica y sus temas contemporáneos, por los que Baudelaire le señalara como "el pintor de la vida moderna".

   Nacido en una familia acomodada, abandonó la marina mercante para dedicarse a la pintura. Comienza sus estudios de arte en el estudio de Thomas Couture, dedicándose durante este período a visitar asiduamente el Louvre, copiando a todos los grandes.

   Visitó Italia, Holanda, Alemania y Austria reproduciendo las obras de los mejores artistas. Finalmente, en 1865 llegó a España, quedando impresionado con las costumbres, el folclore y el mundo del toreo.  El descubrimiento de la pintura barroca, y especialmente de Diego Velázquez marcan un antes y un después en la obra de Manet.

   Comenzó plasmando en sus pinturas escenas taurinas españolas, mendigos y pícaros, y poco a poco fueron apareciendo pasajes de la vida parisina del momento.

   En el cuadro que nos ocupa aparecen los Guillemets, amigos de Manet, en el conservatorio de Otto Rosen. Esta obra se exhibió en el Salón de París en 1879. 

   Un dato curioso: En 1896 la Galería Nacional Alemana lo compró, convirtiéndose en el primer museo en comprar un Manet.